Jose Alejandro Restrepo
Abandonen Toda Esperanza

Sala Subterránea, Museo La Tertulia
A partir del 7 de noviembre
2018

Curaduría: Ivan Tovar
Introducción
Nos encontramos ante un momento de profunda decadencia global. Todas las manifestaciones de cinismo y crueldad arrasan con los comportamientos que intentan establecer una armonía o defender los valores éticos y fundamentales de la existencia. Políticas colonialistas siguen gobernando en los países más poderosos y en últimas, continuamos siendo esclavos de este sistema colonial, aunque existan estrategias de disuasión que nos hagan pensar lo contrario. Al parecer, el momento de salvación de la humanidad se aleja cada vez más. La iglesia católica envuelta en los escándalos de abusos sexuales a menores de edad en todo el mundo, ha visto cuestionada su institucionalidad y sus valores morales. En el contexto europeo, las ideologías apuntan para extremos opuestos, causando divisiones irreconciliables. El desastre ambiental están en permanente extensión. Todos los modelos  económicos han fallado y nos quedan sólo algunos movimientos que plantean soluciones sostenibles a los problemas contemporáneos,  pero el fuego que empezó a consumir y a quemarlo todo, arde cada vez con más fuerza. El infierno es el planeta. Un infierno en donde los pobres huyen del hambre y la hostilidad de sus territorios, un infierno donde navegan barcos llenos de personas con las más minúsculas expectativas de dignidad, un infierno de relaciones sistematizadas, individualizadas y capitalizadas. Un infierno controlado por el cinismo, la incompetencia y la falta de empatía. Un infierno en donde la industria farmacéutica ha contaminado cada semilla que comemos. Un mundo putrefacto ausente de manifestaciones libres. Un mundo cifrado, bancarizado y mordaz, un mundo futurista. Un mundo en donde lo sagrado se tergiversa. Por esto no vale la pena visitar esta exhibición. Para perder toda esperanza, quizás sea mejor conservarla y guardarla en un caja.

Análisis de la exhibición 
El videoarte surgió como respuesta a la aparición de la televisión como medio de comunicación y de control de masas. Cerca de los años sesenta es cuando aparece esta nueva forma artística reconocida públicamente. Las neovanguardias impulsadas por actitudes transformadoras permitían aproximaciones que abrían posibilidades hacia cualquier soporte inmaterial por medio del cual oponerse a los convencionalismos y a la vez experimentar con implementaciones tecnológicas diferentes. Artistas como el surcoreano Nam June Paik comenzaron a usar televisores para presentar pequeños experimentos visuales e instalativos.
En Colombia, a finales de los años setenta y principios de los ochenta se hizo presente un fuerte interés en conceptos como el espacio, el tiempo y el movimiento como recursos expresivos. Así, comenzaron a aparecer algunas piezas de videoarte en las exhibiciones y algunos festivales con poca aceptación del público. Fue a finales de los años ochenta cuando José Alejandro Restrepo manteniendo una posición fuerte, adoptó la videoinstalación como su principal mecanismo de comunicación artística.
Restrepo no tenía un real interés en la cinematografía, fue el grabado el primer soporte que le interesó, pero luego sus propios cuestionamientos lo condujeron a la necesidad de involucrar la imagen en movimiento. Más adelante, las posibilidades de experimentación sonora y espacial lo llevaron a la videoinstalación y  a involucrarse con el performance, hasta llegar abordar conceptos más contemporáneos como la teatralidad expandida, donde el video juega también un papel muy importante. Desde entonces, ha profundizado en las propiedades de este estilo narrativo, llevándolo a múltiples posibilidades en las que usando texto, material de archivo y ayudas de edición, crea un lenguaje propio, que mientras narra o presenta la realidad del contexto local a niveles muy profundos, no deja a un lado el humor y la ironía.
Restrepo opera como un investigador. Con bastante agudeza rescata, activa y reinterpreta archivos o material que pertenece a otros. En este proceso simplemente intenta visibilizar ciertos momentos de esas búsquedas, y por ende manifiesta que sus piezas nos son más que gestos, apariciones, producto del ejercicio de su pesquisa. Su trabajo debe ser tenido en cuenta para entender cómo se han implementado los procesos de colonización modernos y contemporáneos. Es una inspección  al inconsciente de nuestra idiosincrasia y la representación de las dinámicas sociales en relación con los heredados lingüísticos, con la imaginería heroica y con las convenciones religiosas y políticas.

Los imaginarios antiguos que visita, arbitrariamente se inmiscuyen en los acontecimientos cotidianos, desatan manifestaciones que hacen un retrato analitico y dialéctico de la construcción de los discursos. Aferrarse a lo religioso es una herramienta muy potente que pone en juicio esa relación que existe entre lo idealizado, lo sagrado y nuestra propia realidad, como si intentara hacer percibir la historia como un gran presente. Ese arriesgado discurso que deconstruye las imágenes cuenta la misma historia en otras palabras y a su vez desmitifica la idea de la relación que existe entre la religión y la política, los medios de comunicación y la teatralidad.Esta exhibición hace una revisión a la obra de este artista; una selección realizada especialmente para este espacio. Estas piezas intentan romper un orden histórico, estableciendo conexiones anacrónicas que  mientras van en busca del sentido intentan relacionarse con otros discursos. En la obra de Restrepo no existe la  linealidad, el espacio/tiempo se trastoca; no hay pasado, ni presente, ni un futuro.  Así, de esta misma forma que sus imágenes tergiversan estas condiciones fenomenológicas se plantea esta exhibición, con la mirada distraída en donde se pretende que el espectador pueda deambular desprevenidamente y sin un rumbo fijo.
Maqueta para el Dante
Fragmento de una instalación
2014

“Nuestra época si duda alguna, prefiere la imagen a la cosa, la copia al original, la representación a la realidad, la apariencia al ser… Para ella, lo único sagrado es la ilusión, mientras que lo profano es la verdad. Es más, lo sagrado se engrandece a sus ojos a medida que disminuye la verdad y aumenta la ilusión, tanto que el colmo de la ilusión es para ella el colmo de lo sagrado.”
Ludwig Feuerbach, La Esencia Del Cristianismo

Originalmente esta videoinstalación se realizó en el Monumento A Los Héroes en la ciudad de Bogotá en 2015, una estructura de origen fascista diseñada por el arquitecto futurista y  predilecto de Mussolini, Angiolo Mazzoni. El monumento fue  planeado por el expresidente Laureano Gómez para celebrar la memoria de los soldados caídos en la lucha de independencia y los que pelearon contra el comunismo en la guerra de Corea. En su interior Restrepo introdujo una metáfora de la Divina Comedia, representada en un espacio popularmente visitado en Colombia como las aguas termales. Aguas que proceden de capas subterráneas de la Tierra.
Estas imágenes ralentizadas de cuerpos flotantes irrumpen con la normalidad. Presentan la idea de lo transicional como una suerte de virtualidad, una realidad ralentizada que crea una fijación el detalle, en el análisis y la reflexión de las actividades que se encuentran intrínsecas en la cultura. Un infierno analitico, un infierno de la percepción o esa ide a Dantesca de un infierno soñado, producto del inconsciente profundo e imaginado, afectado por los temores y los deseos. Restrepo planteó unos cuerpos que flotaban lentamente en el interior de un búnker militar; en un espacio que recuerda la sistematicidad del exterminio en los campos de concentración, un homenaje a los jóvenes enviados a una guerra ajena.
El Caballero de la Fe
Video monocanal, 7min
2011
“Las imágenes no tienen poder porque sean verdaderas; son verdaderas porque tienen poder y por eso son un codiciado botín de guerra.”
Jose A Restrepo
Esta pieza se compone de dos archivos tomados de la historia del conflicto en Colombia, y un fragmento extraído del escrito Temor y Temblor del filósofo danés Søren Kierkegaard, señalado como el padre del existencialismo.  El audio es una conversación entre un capitán y un coronel sobre “falsos positivos” en 2008, y el video es un fragmento de la toma al Palacio De Justicia realizada por el M-19 y retoma por el Ejército Nacional en 1985.
En este video se plantea un juego en el que varios elementos extraídos de diferentes fuentes o archivos constituyen un mecanismo de representación. Sin embargo, dentro de este mecanismo hay un juego lingüístico que construye una dialéctica entre el lenguaje de las imágenes y el lenguaje de la guerra. Me refiero a la presencia del concepto de toma: conquistar un territorio, asalto u ocupación por armas de una plaza o ciudad,  y en contrapunto del concepto de toma desde el campo audiovisual: tomar una fotografía o hacer una toma en video.  Restrepo ha tomado el vídeo del ruido mediático que generó esta tragedia. Por su parte este video registra la toma del palacio de justicia por parte del grupo M-19, y finalmente de una retoma, la realizada por parte del Ejército Nacional. Un juego de apropiación que pone de manifiesto la relación que existe entre la gestión o manipulación de las imágenes y los actos militares, o acciones de guerra que se basan fundamentalmente en mantener cierto control y por ende, en no perder el poder.

Ahora, pasando de lo formal a lo narrativo, es inevitable hablar de lo que aconteció; un hombre alimentó las palomas que habitan la Plaza de Bolívar de Bogotá, mientras en el Palacio de Justicia que está justo en frente, no dejan de salir heridos producto de la confrontación militar. Vemos un acto habitual ejecutado por un anciano que desde su posición de ciudadano de a pie, quiso intervenir los medios de comunicación, quiso dejar un mensaje masivo en medio de una situación violenta, un manifestante al que usando texto, Restrepo lo convierte en un caballero existencial. Que como si se tratara de una escena preconcebida, supera las convenciones del tiempo, casi como si de un escenario se tratase, logra cuestionar en una sola imagen la idea de lo real representado en dos escenarios; el escenario político y el escenario cotidiano. Esta escena cuestiona cómo los medios de comunicación proyectan el escenario de la confrontación política, y como juegan un papel determinante el la construcción de la realidad. Este caballero de fe más que hacer un gesto de esperanza, destruye la tensión y crea una nueva, hace un acto esclarecedor de resistencia, deja un mensaje que desarticula y hace reflexionar sobre el papel de los actores del conflicto y el componente ficcional de la guerra.
El Estilita
Video monocanal, 13 min
2012Simeón el Estilita fue un santo asceta cristiano que nació en Cilicia a finales del siglo IV. Su fama radica en el hecho de haber elegido como penitencia el pasar 37 años en una pequeña plataforma sobre una columna​ cerca de Alepo, en Siria. En este personaje se basó el director de cine español Luis Buñuel  para realizar su mediometraje Simón Del Desierto (1965); una película rodada en México en la que de repente cambia totalmente el contexto y la relación espacio temporal, pasando de un escenario medieval a uno del siglo XX, en donde el estilita se encuentra en una discoteca fumando una pipa y rodeado de placeres.

En la versión de de Restrepo, el estilita es un personaje anónimo que se adhiere o mimetiza a un medio de comunicación. Un suicida que intenta subir a lo más alto de una antena de telefonía. Se instala como un equilibrista y manifiesta públicamente su deseo de quitarse la vida, en un de acto de sumisión ante una fuerza superior.  El estilita hace una llamada mientras intenta mantener el equilibrio al mismo tiempo que es televisado, conformando una imagen pornográfica, en donde el  sujeto se transforma un fetiche, en un objeto de consumo mediático.
Deambulando deliberadamente sin rumbo fijo
Video monocanal, 8 min
2017
La Sociedad del Espectáculo transforma el mundo en imagen y esta imagen ejerce a sus anchas su poder intrínseco de “hipnotizar”.
Guy Debord
El movimiento situacionista surgió en Italia a finales de los años 50. Estuvo formado por un grupo heterogéneo de pensadores y artistas revolucionarios. Tuvo una gran implicación política y fue en busca alternativas al sistema capitalista y de la llamada “sociedad del espectáculo”. Este movimiento se interesó por desautomatizar las percepciones de lo real para así poner en duda nuestras manera de vivir y de pensar. Fue entonces cuando se propuso una actitud inconformista con la experiencia urbana, un “deambular por los laberintos del espacio urbano en busca de deseos subversivos”. En este contexto, nació la teoría de la deriva, propuesta por Guy Debord en 1958, “una técnica de tránsito fugaz a través de ambientes cambiantes”, como un llamamiento a vagar, trazando recorridos psicológicos según las diversas experiencias urbanas. Se rechazaron las actitudes predeterminadas por condicionantes económicos y utilitarios frente al “dejarse llevar” por la ciudad atravesando diversas atmósferas y microclimas. Era una exaltación del ciudadano receptivo e inquieto, en el que importaba más el viajar que el llegar.
Desde esta perspectiva es fácil comprender la castración estética que está aquí representada. Este recorte de prensa de 1985 se refiere a la perversión lingüística del acto de hacer una taxonomía de la sociedad. Deja de manifiesto cómo los medios de comunicación son un aparato del estado, son una piedra angular que se mimetiza, que en ocasiones es la voz del pueblo y en ocasiones es la voz de represor.  Evidencia como las clasificaciones son mecanismos de control social que están basados en conceptos que establecen un orden en el que cada individuo debe ocupar un lugar específico en la estructura, para integrarlo a  las dinámicas del estado. Deambular deliberadamente sin rumbo fijo es también una premisa que implica la actitud estética con la que Restrepo asume su práctica artística, una manera de adoptar el concepto de deriva como parte del proceso creativo y como forma de vida.
Ivan Tovar

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Bibliografía

CHARALAMBOS Gilles (1976-2000), Historia del videoarte en Colombia, Textos, cronologías y datos.

LA FERLA, Jorge (2017), Religión Catódica, Catálogo de la exposición, Espacio de arte de la Fundación OSDE, Buenos Aires.

RESTREPO, José Alejandro (2012), Variaciones sobre el sacrificio, Catálogo de la exposición, MDE15.

RESTREPO, José Alejandro, biografía, www.hemisphericinstitute.org
RESTREPO, José Alejandro (2016), compendio, Jorge La Ferla.
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José Alejandro Restrepo nació en junio de 1959 en París, Francia. Empezó estudiando medicina pero en 1981 se cambia a la Facultad de Artes en la Universidad Nacional de Bogotá. De 1982 a 1985 continuó sus estudios en la Ecole des Beaux Arts in París. En esta ciudad tenía contacto personal con pensadores como Deleuze y Foucault, por cuyos planteamientos se interesa. Actualmente vive y trabaja en Santafé de Bogotá, Colombia. Su trabajo es uno de los más consolidados en el arte contemporáneo nacional. Exhibe regularmente en Europa, América Latina y los Estados Unidos.

La obra de Restrepo se ha presentada en diversas exposiciones personales, como Teofanías, Museo de Antioquia, Medellín (2008); TransHistorias: Mito y Memoria en la Obra de José Alejandro Restrepo, Biblioteca Luis Angel Arango, Bogotá (2001); Musa Paradisíaca, Museo de Arte Moderno, Bogotá (1997); Anaconda, Aphone en Geneva, Switzerland (1993); y Terebra en el Museo de la Universidad Nacional de Bogotá- uno de los primeros video-instalaciones hecho en Colombia (1988). Su trabajo se ha presentado también en varias exposiciones colectivas, incluso Arte y Violencia en Colombia, Museo de Arte Moderno de Bogotá (1999); The Sense of Place, Centro de Arte Reina Sofia, Madrid (1998); Tempo en el Museum of Modern Art Queens, New York (2002); Botánica Política, Santa Montcada, Fundación la Caixa in Barcelona (2004) y Cantos/Cuentos Colombianos: Contemporary Colombian Art en el Daros-Latinamerica, Zurich (2004). Se ha participado en varios conferencias internacionales, incluso la 52a Biennale de Venice (2007), la Biennial de Havana (1994, 2000), la 23a Biennial de Sao Paulo (1996), y la Bienal de Cuenca, Ecuador, en que su trabajo recibió el premio biennial. En 1995 el artista ganó el VII Salón Regional de Artistas, Corferias, Zona 7, Santafé de Bogotá, Colombia.