La Vitrina de lugar a dudas presenta el Calco1
Zidane: un retrato del siglo XXI (Zidane a 21st Century Portrait)
Cuando miro los partidos del Mundial por televisión, dudo de la relación que éstos tienen con la realidad, y me pregunto: ¿Será que todo lo que vemos en la pantalla está arreglado? ¿Qué puede saber un jugador o un técnico de fútbol, de actuación frente a las cámaras? 
Por estos días y en todas partes, resulta casi imposible pasar desapercibido frente al mundial de fútbol que se está llevando a cabo en Sudáfrica. Es inevitable el tener alguna relación, una información o simplemente una opinión acerca de dicho suceso. Este acontecimiento internacional es un fenómeno gigante de tales proporciones, que en países como Colombia –con una población bastante futbolera, pero sin papeles en el asunto-, de todas maneras capta la atención colectiva de los seguidores del fútbol, y llega a interesar hasta a quienes no son tan apasionados de este deporte: en todas las reuniones de gente –sean de familia, de amigos o de compañeros de trabajo-, mientras se hace fila en el banco, o cuando se paga lo correspondiente a las mega obras, éste es uno de los temas sobre el que la gente gasta sus opiniones sin ser realmente conocedora. Todos, al parecer, tienen algún criterio. Unos, simplemente se basan en las estadísticas históricas; otros, en los orígenes políticos de cada país; y los más conocedores, esgrimen conceptos técnicotácticos, y pronostican resultados haciendo un balance argumentativo de cada jugador. Las mujeres –algunas de quienes lo detestan-, encuentran una manera de divertirse haciendo burla de cómo los hombres gastan sus energías viendo estos partidos, mientras se excitan con la virilidad de los supergladiadores futbolistas. ¡Ah! y ni hablar de los intelectuales, los artistas, filósofos, politólogos y demás, ésos ponen cara de indiferencia, son antagónicos, pero de vez en cuando se les escapa algún comentario un poco fuera de base. De todas maneras este evento invasivamente mediático nos toca a todos. 
En esta ocasión La Vitrina de lugaradudas también se ha dejado contagiar de la fiebre mundialista, y a modo de homenaje a este fenómeno, presenta la pieza realizada por los artistas Philippe Parreno y Douglas Gordon, Zidane: un retrato del siglo XXI. Estos dos artistas, “bombardearon” a la estrella del Real Madrid con 17 cámaras de 35 mm, mientras jugaba un partido contra el Villarreal (El Submarino Amarillo), el día 23 de abril del 2005, en el estadio Santiago Bernabéu por el campeonato de la liga española. 
A diferencia de las otras pantallas, que muestran distintos jugadores y facetas de un partido, en esta extraña pieza de arte estamos viendo todo el tiempo el mismo jugador, Zinedine Zidane (a modo de fetiche, a modo de exaltación); la polémica estrella francesa del pasado mundial de Alemania 2006, quien en un ataque de ira cabeceó en el pecho del defensa italiano, Marco Materazzi, en la semifinal Francia vs Italia, mientras Francia caía 0 a 1 en el marcador y era “Zizou” quien mantenía la esperanza de pasar a la siguiente fase -pues hasta ese momento, Zidane era catalogado como el mejor jugador de ese mundial-. En pocas palabras, un maestro del fútbol, que además de ser un genio en el campo, manejaba el balón con una “clase” y sensibilidad nunca antes vistas. 
“Zidane: un retrato del siglo XXI”, propone una reflexión acerca del contenido de realidad de un jugador en el campo de juego, filtrado a través de un despliegue cinematográfico (pantalla), (cambio de forma de ver) (transformación de la realidad). Es como si alguien hubiese pagado la boleta solamente para analizar a este jugador; como si las cámaras fueran un gran empresario de fútbol, o mejor aún, un niño totalmente fanático y desprevenido al que no le interesa el resultado del encuentro, sino que simplemente espera a que Zidane tome el balón y deleite con toda su imaginación. 
Parece que mientras más se intentan mejorar las condiciones para no perder ni un detalle del juego, éste se torna menos real, o se alteran totalmente las dimensiones de la acción. La fijación en el detalle no es un impulso natural del hombre, es más una aberración, una búsqueda de otro nivel de realidad, de otra manera de dimensionar el mundo, que sólo puede ser visto a través de la pantalla. ¿Que cambios suceden? Con el escenario deportivo convertido en gran teatro, el papel del jugador oscila entre lo dramático, lo real, y lo cinematográfico. 
Iván Tovar 
2010
Descargar PDF: http://www.lugaradudas.org/archivo/publicaciones/la_vitrina/zidane_retrato.pdf